martes, 24 de junio de 2025

Tomás Schinelli destaca por su increíble talento y creatividad en la escultura en hierro. Sus obras, llenas de originalidad y pasión, se crean en Trevelin y recorren diferentes rincones del país y el mundo.

 

Tomás Schinelli es un escultor especializado en hierro, conocido por sus impresionantes obras en los últimos años, especialmente por sus figuras de dragones inspiradas en las tradiciones galesas de Trevelin y sus alrededores.

Aunque Tomás, que es ingeniero forestal de profesión, siempre sintió una gran pasión por el arte en general; inicialmente la pintura y luego las esculturas, según relata a La Voz de Chubut.

 

Tomás Schinelli comenzando una nueva obra en su taller de Trevelin

 

“De chico me interesaba mucho el arte. Me gustaba hacer cosas con las manos; dibujos, esculpir y hacer maquetas”

Comenzó creando piezas para decorar su hogar, pero hace algunos años enfrentó un gran reto: una escultura del dragón de la bandera de Gales, que fue colocada en la plaza de Trevelin. La repercusión de su trabajo fue tan grande que no solo en Trevelin, sino también en localidades cercanas, empezó a recibir pedidos de vecinos interesados en adquirir sus obras.

El primer gran reto artístico de Tomás; la figura del dragón de la bandera de Gales

“El metal a mí siempre me resultó interesante; hacía muebles tallados en madera, pero tenía curiosidad por el metal porque me llamaba la atención el tema de la forja, el tema de calentar el metal para ablandarlo y modelarlo. Si bien no se usa calor ni fragua, el material es algo que se me hace súper interesante porque lo podés mover de la manera que quieras… Duran mucho tiempo; todo lo contrario, a la madera. El metal siempre le podés agregar pedazos o sacar. La madera es un método totalmente diferente; extractivo. El metal combina dureza y frio con lo dúctil y permisivo”

Su trabajo y repercusión en la sociedad, lo motivó a ampliar su taller y dedicarse completamente a la escultura. “La técnica que uso la fui desarrollando y aprendiendo de otros artistas; no hice ningún curso ni estudié arte. Si tuve la posibilidad de hacer un curso de anatomía; por mi cuenta estudio cuestiones de animales y figuras humanas”, destaca.

El pulpo instalado en Comodoro Rivadavia; atractivo en la costa chubutense y una de las obras favoritas de Tomás

“Los materiales que uso son hierro de distintos diámetros, desde los 3 milímetros hasta los 12 milímetros; hierros estructurales y fundamentalmente chapa, que se corta y moldea a martillo buscando la forma deseada”

Tomás, además, fue invitado a participar en varias exposiciones y sus obras comenzaron a estar presentes en diferentes partes del país, e incluso tuvo la oportunidad de exhibir algunas en el Museo del Louvre en París: “Formé parte de un stand de artistas argentinos… Llevé una mano y un gatito, obras chiquitas; una de ellas se vendió. Y el año pasado participé de un simposio en República Checa, donde hice un león muy bonito que quedó allá. Esas obras son las que, por ahora, están en el exterior”.

La primera venta internacional de Tomás; un pequeño gato de hierro, en una muestra de París, Francia.

“Ahora las esculturas que hago son mucho más grandes; demandan más desarrollo en lo que es la estructura interna. Utilizo el método más simple, no es fundición. Hay obras por todo el país; mayormente en Chubut, pero hay una gran cantidad en Buenos Aires, de gente que me las ha pedido de forma particular; no son esculturas públicas. Además, hay que Salta, Neuquén, entre otras provincias”

Unos años después de crear su primera escultura de hierro del dragón en Trevelin, realizó una nueva versión de este símbolo. En esta ocasión, fue aún más ambicioso: construyó un dragón de mayor tamaño que se instaló en la cima de la Oficina de Turismo y que, además, tiene la capacidad de lanzar fuego, atrayendo la atención de todos los que pasan por allí.

 

El dragón que escupe fuego en Trevelin, se encuentra en el techo de la Secretaría de Turismo y se transformó en uno de los tantos atractivos para visitantes.

Según cuenta, hay aproximadamente unas 100 esculturas realizadas de su autoría: “Llevo unos 10 años trabajando con hierro y serán 7 u 8 haciendo esculturas”.

“Siempre hago un análisis de lo que hago y busco corregir cosas para la siguiente vez en la que tenga que hacer una escultura similar”

La centolla de hierro; otro de los atractivos creados por Schinelli en Comodoro Rivadavia

Al ser consultado por sus obras favoritas, Tomás menciona a la centolla y al pulpo de Comodoro Rivadavia; también al dragón de Laguna Carao y la hormiga de gran tamaño que se encuentra en Cafayate, Salta.

“Me genera mucha satisfacción la reacción de la gente. Hay esculturas que han generado un nivel de reacción que no me lo esperaba. Yo disfruto del proceso; es un trabajo y un modo de vida. No busco laureles ni trascendencia personal; me gusta hacer lo que hago y tengo mucho que aprender”

Finalización de la escultura de la hormiga de hierro, en el taller de Tomás. La obra fue trasladada a Cafayate, Salta.

Tomás cuenta que tiene mucho trabajo por delante, anticipando una nueva propuesta; el trabajo en acero inoxidable: “Estoy adaptando la técnica para ese material; creo que va a ser un punto de quiebre importante ya que tiene características súper interesantes. Mucha gente busca este tipo de esculturas. Lo vengo masticando hace tiempo y ahora se confirmó que voy a empezar a trabajarlo muy pronto”.

“Cada vez que tengo expectativas para el año siguiente, ese año me sorprende con cuestiones más grandes o inesperadas. Más que proponerme sueños, dejo que surjan las cosas nuevas que siempre son positivas. Trato de tener el enfoque para seguir desarrollándome y compartir esto que hago con más gente”

Una de las últimas grandes esculturas de Schinelli; el dragón que custodia Laguna Carao
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