viernes, 14 de febrero de 2025

 

Kilómetro 80 y nueva detención

Al iniciar la marcha hubo una nueva detención que obligó al personal a palear nieva. A las 17.35 horas llegaron al kilómetro 80 e intentaron sin éxito una comunicación mediante el teléfono portátil. Después observaron que las palmas estaban en el suelo y los cables cortados. El maquinista engrasó la máquina, levantó la presión de la misma y a las 18.30 reanudó la marcha. A los pocos minutos, después de luchar metro a metro con la nieve acumulada el convoy se atascó nuevamente. El personal volvió a palear nieve que sobre las vías superaba el metro y medio.

Paredes de nieve

La cuadrilla de Vías y Obras continuó su titánica labor de despeje. A los costados se fueron formando altas paredes de nieve, el frio aumentaba: la temperatura bajo 0 transformaba al aire en algo cortante.  Los pasajeros estaban muy inquietos. Una señora y dos niños trataban de entretenerse con cualquier cosa para superar los momentos de tensión. A las 18.50, Manuel Moreno y Víctor Solís consiguieron comunicarse por teléfono con el kilometro 95 y con Sarmiento. La directiva fue seguir hasta donde se pudiera.

Paréntesis en la angustia. Partido de Racing – Nacional de Montevideo

Un pasajero sacó de su maleta una radio a transistores para escuchar el partido de fútbol que Racing y Nacional de Montevideo jugaban en Santiago de Chile.

Después de que la cuadrilla paleara la nieve sin descanso y la locomotora maniobrara para ayudar a despejar las vías, se informó al pasaje que antes de retomar la marcha los integrantes de la cuadrilla iban a comer para retomar fuerzas. Los pasajeros, salvo excepciones, no tenían provisiones.

Final para el partido: Racing ganó 2 a 1. Luego de los comentarios sobre el partido volvió la preocupación y la angustia.

Formación detenida en Estación Holdich

Partida y nueva detención. Noche helada y frío en aumento; incomunicados.

Se estimaba que la temperatura era de 15 bajo cero. La calefacción en el coche motor era cada vez menos perceptible. A través de las ventanillas los pasajeros solo veían altas paredes heladas.

El personal siguió paleando nieve, y la locomotora, después de intentar el despeje de la vía con embestidas, se quedó clavada en el riel debido a la escarcha. No se podía mover.

Los pasajeros trataban de dormir en vano; se tapaban con unas mantas que había enviado García Garrese, el dueño del hotel próximo a Holdich. Eran las 4 de la madrugada. A la intemperie, la temperatura había alcanzado los 20 grados bajo cero.

Amanece y nuevo intento.

A las 7 horas se realizó un nuevo intento de seguir avanzando, pero el convoy se quedó atascado una vez más. Al frente había un bloque de 80 centímetros de nieve congelada que se extendía a lo largo de 2 kilómetros.

Nueva tarea de despeje

Sacando nieve de los costados y de atrás, se comenzó a retroceder hasta Holdich. La marcha de regreso se inició a las 10.15 horas, pero a los 15 minutos se detuvo. La cuadrilla inició la labor de despeje. Se podía observar el hotel y la estación sin personal, los pasajeros debieron seguir a pie el kilómetro que faltaba, en el hotel se aprovisionaron y comieron.

El auxilio llegó a las 12.30 horas. Era una locomotora y un furgón al mando del maquinista Edmundo Perea, el foguista era Alberto Nieva, los acompañaba la cuadrilla número 7 de Vías y Obras y el conductor Pedro Roberts. Traían provisiones y víveres. Todo era alegría. Lo que pudo haber sido una tragedia terminaba con felicidad.

En nuevo convoy con las dos locomotoras y el coche motor a la cola, se puso en marcha hacia Comodoro a las 14.30 horas. En la estación Escalante quedó parte del personal de Vías y Obras. Avistaron kilómetro 5 a las 17.00 horas, el viaje hacia la nada había durado 32 horas y 40 minutos.

Extraído de la edición del diario El Chubut del jueves 31 de agosto de 1967

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