jueves, 10 de octubre de 2024

Chubut se ha convertido, lamentablemente,  en un provincia donde la política egoísta y carroñera, que privilegia los intereses sectarios por sobre los de la comunidad, es moneda corriente. El privilegio para los amigos, las designaciones a dedo de militantes pagos, la compra de voluntades, a aprobación de la minería a espaldas del pueblo, el pago escalonado de sueldos, el endeudamiento intempestivo y excesivo de las cuentas provinciales, la falta de respeto por las normas y la desidia de los bienes y organismo públicos, como plazas, escuelas u hospitales, dejan a las claras que nuestros dirigentes, desde hace mucho tiempo, miran hacia un horizonte muy lejano al de la sociedad.

Quienes nos gobiernan desconocen lo que es tener necesidades básicas insatisfechas, el  gobernador Mariano Arcioni llegó a indignarse porque a los trabajadores de la administración pública se les hacía imposible soportar dos o tres meses sin cobrar sus haberes. “¿Me van a decir que no tienen unos ahorros para aguantar unos días?”, supo cuestionarse, medio ofuscado.

Y para colmo de males, el gobernador nunca pudo o supo formar un gabinete que esté a la altura de lo que la provincia y sus pobladores realmente necesitan.

Hace algunos días, el ministro de Gobierno provincial, Cristian Ayala, afirmó que “a los ñoquis hay que denunciarlos, si yo me entero que hay, los voy a denunciar”. Desde www.lavozdechubut.com decidimos colaborar con el ministro y nos pusimos a buscar personas que reciben su salario mensual por parte del gobierno sin realizar ningún tipo de labor o contraprestación.

Al  indagar un poquito nos topamos rápidamente con una enormidad de casos en casi todos los ministerios y reparticiones del Estado provincial. Por ahora, y a modo ilustrativo, hemos decidido enfocarnos en personas conocidas, que han pasado por la función pública, la mayoría durante el gobierno de Arcioni, y hoy sin ser funcionarios siguen cobrando sueldos de privilegio.

El tano cobra a distancia

Seguramente el caso más escandaloso de los ñoquis arcionistas sea el de Néstor Di Pierro. El exintendente de Comodoro Rivadavia se mudó hace algunos años a un barrio privado del Gran Buenos Aires y hasta se convirtió en presidente del Club Atlético Chacarita Juniors en Agosto del año pasado. Sin embargo, el tano cobra de la provincia del Chubut un sueldo de $ 280.253 por ser parte de personal de la Secretaría General de Gobierno. ¿Qué aporte hace Di Pierro desde Buenos Aires para cobrar tanto dinero todos los meses?

¿Chechu se mudó a Comodoro?

Uno de los primeros escándalos de ñoquis en la gestión de Arcioni surgió con la exministra de Familia Cecilia Torres Otarola. “Chechu” fue acusada por designar gente que no trabajaba pero que debía aportar el 50 por ciento de lo que cobraba a fin de mes. Un verdadero escándalo que terminó con Torres Otarola fuera del gabinete e imputada por fraude a la administración pública.

Una vez fuera del gobierno provincial, “Chechu” debía volver a cumplir funciones en el hospital de Trevelin, donde es empleada de planta. Los primeros días de agosto de 2020 solicitó el traslado al Hospital Santa Teresita de Rawson pero nunca fue autorizado o rechazado por el Ministro de Salud, Fabián Puratich, por lo que la exfuncionaria no se presenta a cumplir funciones en ninguna de las dos localidades.

Su recibo de sueldo dice que cobra $ 127.803 por mes del Hospital Regional de Comodoro Rivadavia, sin embargo en el nosocomio de la ciudad petrolera nadie la ve concurrir. En las redes sociales, suele mostrarse haciendo actos de beneficencia en la cordillera y la meseta, dos sectores bastante alejados a donde supuestamente realiza su labor diaria.

¿Dónde está Relly?

Carlos Relly fue el primer jefe de Gabinete de la segunda gestión de Mariano Arcioni, asumió en diciembre de 2019 y cinco meses después tuvo que renunciar ante las constantes críticas de distintos sectores por su poca asistencia al lugar de trabajo y las escasas o nulas respuestas a los problemas planteados.

Los primeros días de junio de 2020, a un mes de haber renunciado, Relly consiguió que lo designen “en el cargo de personal de Gabinete del Ministerio de Economía y Crédito Público”. La beca de Relly nos cuesta a todos los chubutenses, agárrese bien, $ 281.768 por mes. Justo este mes está cumpliendo dos añitos de gracia, le llevaríamos una torta con una velita para que sople pero los empleados del Ministerio de economía no lo conocen ni saben dónde queda su oficina.

Arzani: 20 años en la gestión y cero logros

El siguiente beneficiario de haber participado de la gestión de Arcioni es Carlos Arzani. El exministro de Ambiente tuvo un paso casi intrascendente por la gestión hasta que le tocó apoyar públicamente la Ley de zonificación Minera. En su desesperación por convencer a la sociedad, Arcioni mandó a Arzani a hablar públicamente en favor de la zonificación minera y aseguró que su ministerio tenía las herramientas y el personal necesario para controlar que no haya contaminación.

El final de la historia de la ley de zonificación minera es conocida por todos, al ministro Arzani le costó cargo, sin embargo su patriada le valió un lugar preponderante en el cielo de los exfuncionarios ñoquis. El mismo decreto que lo dio de baja de su función de Ministro lo nombró como “personal de Gabinete de la Secretaría General de Gobierno”  con un salario de $ 402.209,56.

 

Hermida se ganó la lotería

La última adquisición que presenta este menú llego de ñoquis es Gustavo Hermida. El exministro de familia renunció al cargo en diciembre del año pasado y hace unos días se publicó en el boletín oficial que lo designan en el “cargo de personal de gabinete”  en la Secretaría de Gobierno con rango de subsecretario. Lo bueno para Hermida es que la designación le sale retroactiva al 1 de enero de este año, por lo que este mes cobró 5 suculentos sueldos juntos: $1.202.505. Más que ñoqui, parece una fábrica de pastas entera!

En los próximos días vamos a seguir con este tema para que el Ministro Cristian Ayala pueda denunciar, tal como se comprometió públicamente, a quienes cobran un sueldo sin trabajar.

 

 

 

 

 

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