
Nacido en Zagreb, Croacia, el 23/12/1883, estudió ingeniería civil. En 1908 se trasladó a la Argentina, donde en 1910 se casó con una aborigen pampeana de nombre Eufemia Sheypukin -o Kheypukiń- Barraza, de quien tuvo 6 hijos varones y cinco mujeres, falleciendo ella en 1932.
En este período realizó trabajos de hidráulica sobre la costa del río Colorado y se trasladó en 1925 a la frontera andina del Neuquén.
Se casó con Rosario Peña -otra aborigen- en 1938, de la que tuvo 4 hijos más. Benigar falleció el 14/01/1950 en Poi Pucón, departamento Aluminé.
No por el número de hijos que tuvo, ni por sus trabajos hidráulicos se hizo notar este croata, sino por la obra escrita sobre el indigenismo de las tierras que recorriera.
En una oportunidad dijo: “Tengo empezados varios trabajos lingüísticos, históricos y sociales (…) pero la descomunal lucha por la existencia no me ha permitido terminarlos hasta ahora”.
Conoció la lengua mapuche gracias a sus esposas, que eran de esa ascendencia. Hablaba en total 14 idiomas. Entre otras curiosidades, en 1905 publicó en croata un libro de gramática búlgara.
Entre 1924 y 1929 publicó diversos trabajos, como consecuencia de los mismos fue designado Miembro Correspondiente de la Junta de Historia y Numismática Americana desde 1924.
El comienzo de su obra literaria relacionada con la raza araucana, dio origen al nombre de una industria textil de su creación: Industria Textil Casera Eufemia Sheypukin.
Surgen de esta primera época de su vida en la Argentina, sus primeros estudios lingüísticos, históricos y etnológicos sobre los aborígenes araucanos, que debió alternar constantemente con pesados trabajos rurales y de telar regional, para poder subsistir y mantener a su numerosa familia. Pese a ello no abandonó su amor por la lectura.
Su obra máxima se condensa en unos 300 pequeños tomos a manera de diccionarios, donde el estudio etimológico del araucano se une a la tradición histórico- geográfica y la toponimia regional.
Su grito en defensa de la igualdad de derechos y legitimidad en las propiedades fiscales, surge por su profundo conocimiento del problema, trabajos que han de sentar precedentes en el campo jurídico argentino; pero sus esfuerzos fueron vanos, porque él mismo, toda su vida, vivió gestionando la obtención de Tierras Fiscales, sorprendiéndole la muerte sin haber visto premiados sus afanes en pro de toda una comunidad que vive, hasta la actualidad, la trágica inseguridad de no ser dueña de la tierra que ha trabajado durante toda su vida.
Textos de Luis B. Colombatto